miércoles, 20 de octubre de 2010

AUSENCIA de Jorge Luis Borges


Habré de levantar la vasta vida


que aún ahora es tu espejo:


cada mañana habré de reconstruirla.


Desde que te alejaste,


cuántos lugares se han tornado vanos


y sin sentido, iguales


a luces en el día.


Tardes que fueron nicho de tu imagen,


músicas en que siempre me aguardabas,


palabras de aquel tiempo,


yo tendré que quebrarlas con mis manos.


¿En qué hondonada esconderé mi alma


para que no vea tu ausencia


que como un sol terrible, sin ocaso,


brilla definitiva y despiadada?


Tu ausencia me rodea


como la cuerda a la garganta,


el mar al que se hunde.



Melan.








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