sábado, 20 de agosto de 2011

Poema 12 de Oliverio Girondo





Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, se despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

se retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangulan, se aprietan se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehuyen, se evaden, y se entregan.
 
 
La imagen es una obra de René Magritte.

2 comentarios:

  1. EL VUELO a MAIKEL CASTRO
    poema de OSCAR PORTELA

    Entre tus muslos calidos, allí donde
    las lunas pálidas dormían
    calla el jilguero ahora
    y los pasos que conducían
    a los sueños se demoran
    en busca de los jardines mustios
    donde el deseo levantaba su vuelo
    en búsqueda de las coronas
    de mirtos y de las alas
    que conducían a paraísos
    donde todos los goces y los sonidos
    de los vientos, las agua, y las arenas
    del oro son posibles.

    Levanta pues tu vuelo ya, deseo.

    Espera solo el crepúsculo y
    la quietud del vacío que por años
    corre, se desliza: en tu lugar
    vendrán los otros y la sonata
    de la primavera otra vez
    llegará – lo sé – en los colores
    de la carne y en tus labios
    fatales, Maikel Castro, obertura
    de vida y muerte, de circulo vicioso,
    mientras las imágenes se hacen pálidas
    y ya solo busco dormir, dormir, dormir…

    Levanta vuelo deseo, desde los bosques
    donde reinaba el fauno,
    o Pan abría luces
    y la música que reinaba
    en tus castos oídos llenaba
    las esferas de zureos y gozos,
    que marcaban el movimiento
    de los astros.

    Levanta ya definitivamente
    el vuelo de la alondra, oh deseo
    de más vida oh mas muerte y pósate
    en la frente de Maikel,
    ora frente a su sombra,
    pues ahora que dejarás abiertos
    cielos y verás levantar
    el vuelo del deseo, sabes también
    que volverá en las notas
    de su sangre y de su semen,
    el retorno de todo, las caricias
    del sol, entrelazadas manos
    hundidas en lo imposible
    del placer del rocío
    que se irá como la sal del mar,
    para que mis cenizas tornen
    a tu cuerpo, Fénix de la belleza
    del instante, y de la primavera
    mientras el vuelo de la alondra
    dice, Eros es todo y yo su esclavo
    así como en crepúsculo –
    ah Maikel Castro –
    mañana, mediodía y noche
    de una historia que se repetirá
    por siempre, el vuelo del deseo
    en el vacío, sumergido ya el sol
    entre las aguas, como tu
    ah semilla en el poema
    de este acto de amor
    en que tus órganos
    hacen de mí su soplo,
    su espejo y su diadema –
    y de la alondra del deseo
    solo un símbolo.

    */ poema dedicado a Melan.











    ResponderEliminar
  2. Melan. Gracias por tu blog me has hecho conocer a poetas latinoamericanos que no conocía. Un abrazo. Una espanola

    ResponderEliminar