martes, 12 de julio de 2011

Jorge Luis Borges - Poema de la Cantidad



Pienso en el parco cielo puritano

de solitarias y perdidas luces

que Emerson miraría tantas noches

desde la nieve y el rigor de Concord.

Aquí son demasiadas las estrellas.

El hombre es demasiado. Las innúmeras

generaciones de aves y de insectos,

del jaguar constelado y de la sierpe,

de ramas que se tejen y entretejen,

del café, de la arena y de las hojas

oprimen las mañanas y prodigan

su minucioso laberinto inútil.

Acaso cada hormiga que pisamos

es única ante Dios, que la precisa

para la ejecución de las puntuales

leyes que rigen su curioso mundo.

Si así no fuera, el universo entero

sería un error y un oneroso caos.

los espejos del ébano y del agua,

el espejo inventivo de los sueños,

los líquenes, los peces, las madréporas,

las filas de tortugas en el tiempo,

las luciérnagas de una sola tarde,

las dinastías de las araucarias,

las perfiladas letras de un volumen

que la noche no borra, son sin duda

no menos personales y enigmáticas

que yo, que las confundo. no me atrevo

a juzgar la lepra o a Calígula.

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