domingo, 19 de junio de 2011

Gris de OSCAR PORTELA a Perla Sar


Abre tus manos y misericordiosa



recibe el gris de las cenizas de los sueños



convertidos en humo y da guarida a las



sombras que vienen desde Ítaca donde aún



se espera: nada más vacuo que la espera,



y la vida es espera sostenida en la nada



de soledad y espanto: abre tus manos,



urnas donde reposan fantasmas y agonías,



venenos y traiciones. No soy sino el gris



de las cenizas que el viento intenta



convertir en llama pero la sangre



de tus manos en mitad de la noche



y lo no consagrado por los deseos



del Olimpo, tomará de tus dedos



sangre y vida, agua de Castalia,



y tornarán cenizas a ser el simulacro



del amor y la daga que danza en



las venturas de Perseo.





Sobre Oscar Portela



fragmento de un ensayo de Norma Pérez Martín.



La locura, el viento, el desamparo, la luz, el canto, la orilla absoluta, los pájaros, la noche escalonan niveles de la añoranza, esa “belleza impiadosa” que lastima y libera al creador.



La referencialidad situada (espacio-tiempo) asoma, pero no constituye un juego anecdótico, ni escapismo ni merodeo por los esteros de la literalidad: más bien se ofrece como “la metáfora viva” que postula Ricoeur.



Tampoco será tan tangencial los referentes aludidos por el poeta de Corrientes; puesto que el hombre es un fluyente devenir en las aguas del tiempo. La “poética del espacio” indagada por Gastón Bachelard se ofrece plenamente en las páginas de Oscar Portela: lo minúsculo y lo mayúsculo conviven; lo pequeño y, a veces, tangencial, deviene en esencia, capaz de afrontar la eternidad.



“Posiblemente la alianza del deseo y la soledad a través de la armonía en la serenidad, es lo que quizás busco" –dice Oscar Portela-. "Yo no sé si esto lo encontré, continúa. No sé si el derrotero se conduce al poeta finalmente a través de la palabra, hacia un horizonte determinado, sea la sabiduría”.



La duda se agudiza, pero al mismo tiempo, el creador intuye la salida. No es precisamente, el camino de la razón el que le ofrece las respuestas.



La poesía es la vía del conocimiento profundo; lo saben los grandes creadores de la humanidad

3 comentarios:

  1. EL VUELO a MAIKEL CASTRO
    poema de OSCAR PORTELA

    Entre tus muslos calidos, allí donde
    las lunas pálidas dormían
    calla el jilguero ahora
    y los pasos que conducían
    a los sueños se demoran
    en busca de los jardines mustios
    donde el deseo levantaba su vuelo
    en búsqueda de las coronas
    de mirtos y de las alas
    que conducían a paraísos
    donde todos los goces y los sonidos
    de los vientos, las agua, y las arenas
    del oro son posibles.

    Levanta pues tu vuelo ya, deseo.

    Espera solo el crepúsculo y
    la quietud del vacío que por años
    corre, se desliza: en tu lugar
    vendrán los otros y la sonata
    de la primavera otra vez
    llegará – lo sé – en los colores
    de la carne y en tus labios
    fatales, Maikel Castro, obertura
    de vida y muerte, de circulo vicioso,
    mientras las imágenes se hacen pálidas
    y ya solo busco dormir, dormir, dormir…

    Levanta vuelo deseo, desde los bosques
    donde reinaba el fauno,
    o Pan abría luces
    y la música que reinaba
    en tus castos oídos llenaba
    las esferas de zureos y gozos,
    que marcaban el movimiento
    de los astros.

    Levanta ya definitivamente
    el vuelo de la alondra, oh deseo
    de más vida oh mas muerte y pósate
    en la frente de Maikel,
    ora frente a su sombra,
    pues ahora que dejarás abiertos
    cielos y verás levantar
    el vuelo del deseo, sabes también
    que volverá en las notas
    de su sangre y de su semen,
    el retorno de todo, las caricias
    del sol, entrelazadas manos
    hundidas en lo imposible
    del placer del rocío
    que se irá como la sal del mar,
    para que mis cenizas tornen
    a tu cuerpo, Fénix de la belleza
    del instante, y de la primavera
    mientras el vuelo de la alondra
    dice, Eros es todo y yo su esclavo
    así como en crepúsculo –
    ah Maikel Castro –
    mañana, mediodía y noche
    de una historia que se repetirá
    por siempre, el vuelo del deseo
    en el vacío, sumergido ya el sol
    entre las aguas, como tu
    ah semilla en el poema
    de este acto de amor
    en que tus órganos
    hacen de mí su soplo,
    su espejo y su diadema –
    y de la alondra del deseo
    solo un símbolo.

    */ poema dedicado a Melan.











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    1. esta pagina es un verdadero refugio para la poesia: Norma Pérez Martin

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  2. CANTO DE ORFEO

    poema de OSCAR PORTELA.

    Y el canto, el canto, oh Dioses, que religaba

    al hombre con la tierra: la dulce y beatífica

    que penetrará en tus huesos y abrirá tu esqueleto

    a la luz de los cielos, al viento de las sierras,

    al mar, al mar, sus infinitas olas y todas las estrellas

    que marcan el destino de dioses y mortales,

    el canto humano y celestial, demoníaco o santo,

    El que ha huido del mundo

    dejando tras de sí el desierto que crece,

    la gran voz de los muertos,

    las cenizas de la memoria que nada nombra

    sino el precipicio que se adelanta de la nada:

    Pronto Caronte, pon a tus remos alas

    y que mi sombra y yo fulminados

    seamos por el rayo que animó el canto

    y es hoy sólo negra mortaja,

    sólo hiedra ya seca sobre el muro que cierra

    el desierto que crece, aquí en mi corazón

    y en la voz de las zarzas hablaron a Moisés.

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